Considerada una de las obras monumentales de la década de los noventas y de toda la historia del cine debo decir que, la primera vez que la vi quedé con un terrible sabor amargo en los ojos. Y es que lo tiene todo y nada, tramas que se entrelazan, personajes memorables, diálogos inteligentes y absurdos al mismo tiempo, humor negro de la más alta calidad y una tensión en escenas claves de no saber ni qué carajo va a pasar.
Tarantino soltó todo lo pulp de una sola vez pero a mi me dejó indiferente. Con el tiempo estoy aprendiendo a valorarla. Como sea es una obra clásica que todos debemos ver.
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